Quiero ser una acompañante de lujo
¿Quiero ser una acompañante de lujo? ¿Quiero ser una cortesana de lujo? fueron las preguntas que me hice a misma después de aquella conversación que tuve con la encargada de VIP Maidens y su club privado.
Mi inquietud comenzó aquella vez cuando una tarjeta de VIP Maidens llegó a mis manos. Ese día conocí a alguien a quien al día de hoy puedo llamar una muy buena amiga.
Me adentre en un mundo lleno de misterios y experiencias que van acompañadas de personas increíblemente interesantes, educadas de las cuales he podido aprender.
El día que la tarjeta de VIP Maidens y El Círculo llegó a mis manos lo recordaré como uno de los días más extraños y reveladores. Era la tarde de un jueves, acababa de salir del trabajo y fui a tomar una copa terraza del Hotel Hilton, pues había quedado con unas amigas alrededor de las 20h. Normalmente suelo llegar antes para disfrutar mi tiempo a solas, sosteniendo una copa, observando lo que hay a mi alrededor.
Mi primer contacto con VIP Maidens fue a través de una chica que se acercó a preguntarme dónde había comprado mi bolso, pues le había parecido muy elegante.
El bolso tenía una historia detrás, era un bolso que había comprado en una tienda en Florencia, era hecho a mano por una diseñadora local a quien aprecio muchísimo, pues fuimos compañeras de piso en Florencia durante mi época universitaria.
El nombre de esta chica era Marta, una mujer alta de cabello castaño de quizás unos 35 años, con un sentido del humor y el buen gusto totalmente remarcable.
Estuvimos conversando por alrededor de 30 minutos sobre a mi profesión y sobre la de ella. Marta se dedicaba a relaciones públicas, marketing y publicidad en una empresa de servicios de lujo. Marta y yo continuamos conversando mientras esperaba la llegada de mis amigas, ella me había entregado una tarjeta de empresa y dijo que la llamase algún día para tomarnos un café.
La tarjeta que me había entregado era una tarjeta de color negro con un texto que decía VIP Maidens, un teléfono de contacto y la dirección hacia la página web, era algo simple, elegante y misterioso. La tarde del jueves continuó con la llegada de mis amigas, estuvimos aprovechando los pocos minutos del sol veraniego en aquella terraza.
La llamada
Al llegar a casa recordé la tarjeta que Marta me había entregado, le di un vistazo a su sitio web, al entrar en el sitio web vi que era un sitio de acompañantes de lujo. Ya había escuchado antes de este tipo de servicios y por alguna razón inmediatamente me sentí avergonzada por haber recibido la tarjeta.
Lo primero que pensé es si había dado una imagen equivocada de mí, si mi forma de vestir no era la indicada así que decidí ponerme en contacto con marta a pesar de que eran las tantas de la noche.
Marta no contestaba, así que dejé un mensaje de voz en donde le decía que lamentaba mucho si se había llevado una imagen equivocada de mí y que no estaba interesada en este tipo de servicios de acompañamiento de lujo, ni nada por el estilo.
Al siguiente día recibí una llamada de Marta me dijo que lamentaba mucho el hecho de haberme hecho sentir incómoda y que la empresa en la que trabajaba no era lo que tenía en mente en cuanto a ser una acompañante de lujo.
¿Quiero ser cortesana?
Nuevamente, me invitó a que leyera un poco la web y que estaba abierta a invitarme un café para poder conversar todo con mucha más calma.
Decidí leer el sitio web, detenidamente leí cada página y una parte de mí tenía cierta intriga con respecto al tema de ser una cortesana de lujo. A decir verdad, no era lo que tenía en mente, era algo diferente y lleno de misterio.
Estuve varios días pensando sobre el tema hasta que decidí ponerme en contacto con Marta nuevamente, quería conocer un poco más acerca de VIP Maidens y sus servicios de acompañamiento de lujo, si era realmente como había leído, si era tan fascinante como habían logrado transmitirlo a través de su página web.
Mi viaje como cortesana de lujo comenzó en el momento en que me reuní por segunda vez con Marta, cuando me explicó porqué me había dado su tarjeta.
Marta había visto algo en mí, no sabia si había sido mi forma de hablar, mi forma de expresarme pero ella estaba segura de que podía formar parte del equipo de 12 cortesanas de lujo y conocer a los socios del club privado para caballeros de VIP Maidens.
Y fue aquí cuando me llené de interrogantes, ¿realmente quiero ser una acompañante de lujo? ¿tengo lo necesario para ser una cortesana? las preguntas no tardaron en ser contestadas, la curiosidad me llevó a encontrar personas maravillosas y a vivir experiencias que jamás habría podido imaginar.